|
Durante la mayor parte del último año las oficinas del SINDEU han permanecido cerradas. |
Si en este momento se realizara una encuesta entre las aproximadamente diez mil personas que integramos la comunidad universitaria de la UCR, sobre las “elecciones” del Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU), lo más probable es que la inmensa mayoría de las personas trabajadoras carezcan de información al respecto.
Eso no es de extrañar, porque para informarse sobre las “elecciones”, es necesario realizar una minuciosa investigación. A pesar de que el proceso electoral supuestamente inició el 21 de marzo del 2021 y concluirá del 21 de junio del 2021, desconocemos que se haya publicado oportunamente la convocatoria oficial del Tribunal Electoral, de conformidad con el Estatuto del SINDEU.
Pero eso no es casualidad, fue el primer paso de una estrategia muy bien planeada que buscaba “no hacer mucha bulla” sobre cómo y cuándo se podían inscribir las papeletas para participar en el “proceso electoral”. Una vez cumplido eso, lo demás era “pan comido".
De hecho en la página de Facebook del SINDEU la única “convocatoria” a elecciones la publicó Andrés Hernández Céspedes, Fiscal del SINDEU, el 21 de abril del 2021; lo cual por cierto, no está dentro de sus potestades estatutarias.
Pero volviendo al principio, estamos seguros de que la mayoría de la comunidad universitaria, incluida la afiliación del SINDEU, desconoce si de verdad existe un Tribunal Electoral debidamente constituido, quienes lo integran y si ha realizado las diligencias que corresponden conforme al Estatuto.
Tampoco se publicó de manera oportuna, según lo establece la normativa interna, quiénes conforman la papeleta o papeletas que se inscribieron, y menos aún sus programas de trabajo, pues supuestamente la fecha límite para la inscripción venció el 21 de mayo del 2021.
Recién el martes 15 de junio del 2021, a cuatro días de las “elecciones” para designar la nueva Junta Directiva Central del SINDEU para el período 2021-2023, se publicó la única papeleta inscrita en la página de Facebook de la Organización.
Esto evidencia que las supuestas “elecciones” del SINDEU se han “organizado” bajo el más absoluto secreto, al estilo de las dictaturas de izquierda y de derecha que hemos conocido y conocemos en la historia latinoamericana y que tanto hemos cuestionado.
La pregunta es a qué se debe este proceder tan poco democrático en una Organización que desde siempre ha luchado por la democracia, la transparencia y el derecho a la información, tanto a nivel institucional como en el país.
La respuesta es muy sencilla, al inscribirse solo una papeleta, y tomando en cuenta que el Estatuto es bastante omiso en esta materia, sea cual sea la cantidad de personas que se presenten a votar, el grupo que se postuló: “Resistencia Sindical Unida”, indefectiblemente resultará “ganador”. Sin embargo, pase lo que pase no tendrá ninguna legitimidad.
|
Esta es la única papeleta que se inscribió en el "proceso electoral" del SINDEU
|
Este grupo es una representación de quienes de manera antidemocrática, antiética, e irresponsable, se confabularon para expulsarme del SINDEU, irrespetando la normativa interna y los más básicos principios del debido proceso, de conformidad con la normativa laboral que dicen defender.
La mayoría de quienes pretenden dirigir al SINDEU una vez más, son los (as) verdaderos (as) responsables de la debacle política en la que se encuentra la Organización en la actualidad.
La papeleta que se presenta a estas “elecciones” es la mejor evidencia de que la Organización se quedó sin cuadros políticos de relevo que asuman el liderazgo de la lucha por la defensa de la clase trabajadora de la UCR y del país y del Estado Social de Derecho, incluyendo la defensa de la Educación Superior Pública.
El SINDEU es una organización que haciendo un parangón con la situación sanitaria que vivimos, es como un paciente con múltiples factores de riesgo, conectado a un respirador artificial con estancia prolongada en una Unidad Cuidados Intensivos (UCI), cuyo pronóstico es reservado.
Sencillamente ya nadie cree ni se siente convocado (a) por este Sindicato. De hecho, en los últimos dos años son muchísimas las personas que se han desafiliado de la Organización.
La mejor evidencia de esto es que en las recientes manifestaciones sociales a veces solo participan una o dos personas, y la mayoría de las veces ninguna. Es más, ni siquiera lo que quedó de la Junta Directiva Central asiste a estas actividades, lo cual va en detrimento de los derechos de las personas trabajadoras de la UCR y del país.
Por ello resulta más que cuestionable la potestad legal y legitimidad, de esta y de la futura Junta Directiva Central, para negociar la Convención Colectiva de Trabajo de la Universidad de Costa Rica, mientras no se resuelva la denuncia presentada por mi persona ante el Juzgado de Trabajo del Segundo Circuito Judicial.
Pero como si esto fuera poco, bajo la actual crisis sanitaria que vive el país, tampoco conocemos que se haya publicado algún protoco para garantizar la integridad física de las personas votantes que eventualmente participen.
César A. Parral